martes, 11 de octubre de 2011

La extraño mucho, a ella. Se me hace un hueco en el corazón todas las noches. Tengo una muñeca sin una mano a un lado de mi cama, y ella no la puede coser. Y me duele, casi como si esa mano me faltara a mí. Porque ella cosía bien y yo nosé hacerlo. Cosía sueños y risas y mil historias... Y siempre pienso que un día me voy a levantar y la muñeca tendrá su mano bien cosida, completa, feliz.